martes, 2 de diciembre de 2014

Aquí estoy yo

Esta tarde he pensado en todo lo que conlleva vivir lejos de aquellos que realmente quieres. Llevo 12 años lejos de mi verdadero hogar, llevo 12 años alejada de todo lo que me importa de verdad, y hoy por fin he comprendido que lo que he hecho hasta ahora  me hace ser una súper heroína. Sí, porque lo digo yo, porque por primera vez en la vida me lo merezco.
No entiendo como he podido aguantar tanto tiempo sin echarme a llorar a cada instante, aguantando idas y venidas, llamadas, fotografías y cartas de amor. No creo que sea valiente, es lo que hay y no hay vuelta de hoja, pero cuando lo piensas fríamente… creo que con cada mensaje de esas personas que viven al otro lado del océano me desgasto un poco más, y me entran unas ganas inmensas de cruzarlo aunque sea nadando, de poderles abrazar, de sentir que mi familia está cerca. Sí, lo sé, mi familia está conmigo, pero no puedo evitar echar de menos a los demás, a los que necesito, a los que sólo veo por una pantalla y de vez en cuando… por los que muero de ganas de dejarlo todo y volver a empezar junto a ellos. No sólo hablo de mi familia, sino de todos aquellos que por un motivo u otro he ido conociendo, en aquellos en los que he dejado un pedacito de mí, aquellos que sin que lo sepan, me hacen sonreír al recordarlos.


Verte me hace daño, al final siempre tienes que despedirte 



(10.000 km no son nada si quién me espera al otro lado vale la pena).

martes, 28 de octubre de 2014

-1-
Será un día frío, de los que ni el calor del metro me haga sudar, de esos que parecerá gris y en un instante se iluminará. Llegaré tarde, para variar. Subiré al metro, y caminaré por dentro del vagón, hasta que sin querer, mis ojos encontrarán una mirada familiar, unas pestañas infinitas que nunca quise dejar escapar. Cuando te des cuenta yo estaré temblando, teniendo frío, mucho frío. Tardarás cuatro segundos en reaccionar, para mí serán muchos más, todo a cámara lenta. Sonreirás al instante, y yo sonreiré con un acto reflejo, porque tu sonrisa siempre me hizo feliz, incluso cuando no era por mí. Verás que sonríes, e intentarás disimular, mirarás a los demás para ver si alguien se da cuenta de lo que tú sientes, de cómo ellos van desapareciendo sin más. Dudaré en acercarme, me alejaré tres pasos, o quizás más, mientras tú, quieto, muy quieto, no podrás moverte. El metro frenará, anunciará la siguiente parada, quizás sea la tuya, quizás no, pero no bajarás, no lo harás hasta que yo baje, o hasta que hable, o hables tú, quién sabe. La velocidad del vehículo hará que tambalee y casi caiga, a lo que tu correrás para que no pierda el equilibrio, y como si nada hubiese pasado entre tú y yo volverás a sonreír, diciendo que te ha salido solo, que no habías previsto eso. Puede que yo me muera de vergüenza, seguramente esté roja del calor que de repente tengo, y sonreiré, te daré las gracias, y nos quedaremos mirándonos el uno al otro, durante unos minutos, o tal vez diez. Ninguno de los dos sabrá muy bien por dónde  va el metro, si hemos llegado ya, si falta o aún quedan un par de paradas más.

Y entonces, alguien hablará, lo más probable es que seas tú, siempre me gustó el silencio entre tú y yo, tan lleno de sentido, tan significativo, tan poco incómodo.

-¿Qué tal, cómo te va?- será como darás pie a una conversación que no irá a ninguna parte, dirás eso en lugar de preguntarme si estoy bien sin ti, si sigo soñándote, si te necesito aún.
-Bien, ¿y tú? Te veo bien- contestaré siguiendo tu juego lleno de sinsentido, como todo lo que siempre nos rodeó.

Contestarás que bien, te interesarás por lo que hago, a lo que responderé con cosas banales, deseando saber si sigues echándome de menos, si piensas en mí, si me necesitas.

A esas alturas ya no estarás con ella, pero estarás con otra, me da igual quién sea, yo no seré y eso es lo que me mata, pero no lo sabrás, no te darás cuenta.

El metro volverá a temblar, y me caeré encima de ti, sin querer queriendo como aquel que dice, recordando(te), me mirarás con una cara de incerteza, tú también (me) recordarás, tal vez me querrás tanto en ese instante como yo a ti, pero me tendré que separar, tardaré más de lo normal, tú lo agradecerás.

Y como todo cuento, tendrá que acabar, tendré que redirigirme a mi destino, y tú también, no sabré si te has pasado ya la parada, pero yo bajaré en la que corresponde a mi universidad.

Te desearé lo mejor, aunque yo sabré que lo mejor para ti soy yo, me dirás que me cuide, mientras tú sabrás que nadie me cuidará mejor que tú. Me darás un beso en la frente como en los viejos tiempos, y empezarás a temblar, porque es un adiós definitivo, ese adiós que nos debíamos, y cuando salga del vagón romperé a llorar, porque vale la pena romperse por algo así.

Por ti. 

domingo, 28 de septiembre de 2014

Puedes llamarme necia, aunque prefiero imbécil, y que tú lo seas más, para que acabemos diciendonos te quiero, sonrías y todo se desvanezca ante mí.

Que por mucho tiempo que pase, y conozca a mil personas más, tú y tu recuerdo persistís, como si estuviera incrustado dentro de mí, como si no hubiera pasado nada, como el primer día que te vi.

viernes, 19 de septiembre de 2014

A new end for the old beginning.

Es curioso lo raro que se ha vuelto todo esto, el tiempo pasa, el libro avanza, y los capítulos concluyen.

Hoy he visto claro que no era sólo una puerta lo que se cerraba ante mí, sino mil ventanas que me mostraban el bonito paisaje que significaba el futuro me queda por delante.
Ni te imaginas lo orgullosa que me siento de ti, por lo mucho que has avanzado, por todo lo que has conseguido; tal vez no tenga derecho a estarlo, pero es así, me he sentido feliz por lo que eres ahora, y por primera vez siento que de esta manera todo está mejor.
Tan sólo me falta algo, poder decírtelo, poder contarte lo bien que me siento cuando veo que has logrado hacerte un lugar en todo esto, alegrarme de que todo te vaya tan bien.


Y que tú me entiendas, porque lo único que siempre te pedía era que me entendieras.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Frío.

He aprendido a pronunciar la palabra que asusta a cualquiera, aquella que me prohibí hace tiempo incluso recordar. He aprendido que el amor puede no doler, y que si duele, tienes que escoger a la persona por la que vale la pena arriesgar.

Y sí, es cierto, he pasado los últimos días encerrada entre estas cuatro paredes, no negaré que he pensado más de una vez en ti; en ti y en todo lo que una vez me rodeó, he vuelto al pasado, ido hacia el futuro, y resulta que sigo sin saber cómo quedarme en el presente, pues bien, hace poco descubrí que se puede amar sin que el otro te haga daño, puedes amar toda la vida, o tan sólo una noche. Quién sabe, puede que la palabra correcta no sea amar, o que ésta sólo sea un estado temporal, de esos que se desvanecen cuando quieres contenerlo, de los que vienen y van. Incluso creo que amar puede ser solo una palabra, y que dependa del uso que cada uno le quiera dar.

En cualquier caso, amor para mí era el reflejo de tú sonrisa en mis ojos, que consiguieras que llorara de alegría, y amar... Amar era sincronizar nuestras respiraciones cuando en tu hueco yo dormía. 

Y por eso y más, yo nunca fui yo, y siempre fui tú.

sábado, 30 de agosto de 2014

Autumn.

Me he quedado observando mi pasado, todo eso que lo representaba, he visto como se  desvanecía tras de mí, me he visto a mí misma salir de ese agujero y empezar a vivir.
He visto todo lo que tú significabas en un balcón, he visto como se derrumbaba ante mí, y con él, todas tus promesas, todo lo que pudo y no fue, todos los y si.. que me atormentaban aún incluso cuando ya sabía que no estabas ahí.
Te he visto caer, y no ha sido tu debilidad lo que me ha asustado, sino lo poco que me preocupaba a mí.

martes, 26 de agosto de 2014

Happily ever after.

He estado pensando mucho, llevo dándole vueltas al mismo tema varias semanas, y he decidido que te voy a eliminar de mi vida.
Tal vez sea por eso de que he cruzado el umbral de la madurez, porque la mayoría de edad me sienta bien, o porque estoy cansada de que sólo pueda llorar por ti.
Has agotado la energía que me quedaba, y ya me niego a seguir.
Tú ni si quiera te das cuenta, no eres tú el que hace que esté exhausta, sino tu recuerdo, tú y tu maldita perfecta forma de ser, de hablar, de sonreír.
Algo que por cierto, ha desaparecido.

El otro día te vi, y entonces recordé porque me enamoré hace tiempo. Los ojos te brillaban como nunca, tu mirada reflejaba felicidad, ahora has vuelto a amar lo que haces, con quien estás.

Así que supongo que por todo eso y más, he decidido sacarte de mí. Borrar todos los recuerdos, hacer que desaparezcas de mi memoria, que no haya nada que signifique felicidad tan sólo porque haya sido nuestro.







Noviembre volverá a ser noviembre, y tú a ser uno más.

lunes, 21 de julio de 2014

Ever changing.

A veces deseo que sólo hubieses sido una pesadilla, un sueño del que me hubiese despertado en el momento en el que tropecé contigo, sí, tú eres mi piedra en el camino, ese error que no dejo de cometer. Pero, sabes, hay otras veces que me olvido de todo lo malo y consigo recordar que una ves fuimos felices y que sólo contigo he podido sonreír sin fingir.
Es más, me encanta cuando me acuerdo de el día en que te conocí, porque aunque ahora parezca absurdo, sigue siendo unos de los diez mejores días de mi vida. Sí, tal vez no sea el primero, pero tampoco el décimo, y aunque ya no te recuerde como antes, ni tenga esas ganas locas de correr hacia ti y abrazarte, me produces algo que parece una mezcla entre respeto y melancolía.

Y aún así, después de tanto tiempo, eres el único capaz de hacerme escribir por y para ti, el único que hace que las palabras salgan solas, y me hagan sentir tan bien.

Indistintamente original.

Sabes, yo solía llevar conmigo un libro a todas partes, pero nunca lo terminaba, me quedaba entre la página 24 y la 36. Por alguna extraña razón jamás lo pude acabar, lo curioso es que lo llevaba a todas partes, y cuando empezaba la página 35, algo no me dejaba continuar. Recuerdo que una vez estaba leyendo la primera frase de la página 40, decía algo así como "y de repente, me sorprendo pensando en ti" y me di cuenta de que era lo que me sucedía a mí, y justo en ese momento alguien me derramo un café, es lo máximo que he conseguido leer.
Pues bien, ese libro era mi vida, el escritor se dijo a si mismo, 'vamos a plasmar la vida de esta chica', y lo consiguió. Era algo así como mi caja de Pandora, y sin embargo lo perdía una y otra vez, faltaban páginas, o estaba mal impreso.

Quizá es que como me dijo alguien, no era su momento, no era el momento de leer ese libro, tal vez fuese tan parecido a mi vida, que no hubiese tenido gracia acabarlo, saber si esa pareja se volvía a enamorar, o si rompían de una vez..

Lo único que os puedo asegurar es, que si alguna vez tengo la oportunidad de leerlo, jamás llegaré al final, así podré seguir inventando mil historias de cuanto le quiere ella a él.

jueves, 19 de junio de 2014

Una y otra vez.

Cuando estás en una relación, te acostumbras al otro hasta tal punto que recuerdas cada movimiento suyo, descifras las muecas que hace, memorizas sus lunares, y conoces su perfume, ese olor tan inconfundible que podrías identificar aunque hubiese un millón de personas más. Te habitúas a todos sus gestos, incluso crees que nunca habrá una última vez, que ese no sera el último beso, ni la última sonrisa, hasta que de repente todo desaparece, y entonces te pasas el resto de la vida echando algo de menos que tal vez en su momento no supiste valorar, algo que hiciste tuyo, que guardabas como un secreto, y que se esfumó sin más.
Y por mucho que digas que no importa, que has perdido mil cosas y esta es como otra cualquiera, un día te despiertas y sientes ese vacío enorme, tienes esa sensación de haberte quedado sin una parte de ti, y así es, todas esas cosas que habías aprendido, que aún recuerdas, pero que ya no te pertenecen, han huido, y a partir de ese momento será otra persona quien no las querrá dejar ir.
Sin embargo sigues con tu vida, llenando esa parte vacía con otras alternativas, pero como nietzche creía, el universo tiende al eterno retorno de las cosas, y tarde o temprano, el mínimo detalle hará que recuerdes su libro favorito o el estribillo de vuestra canción.
Para que, finalmente, un día todo acabe por volver de una manera u otra, y si realmente era la persona, no importara ni el cómo ni el cuándo, y mucho menos el pasado, todo eso se quedará atrás y pondréis un punto final a una historia, que a la vez significará el inicio de otra.
Y si vuelve para no quedarse, te demostrará que no era tu persona, que habrá alguien más de quién te enamorarás, con quien volverás a sincronizar tu respiración, y del que conocerás hasta el mínimo detalle.
Nadie sabe cuando encontrará a esa persona, o si la ha encontrado ya, y eso es lo bonito de esto, que cuando menos te lo esperas aparece alguien y puede ser la persona adecuada, o no, y se convierte en un juego de cartas, en el que el azar escoge las que te van a tocar, pero sólo tú decides cómo jugarlas.

domingo, 11 de mayo de 2014

C'est moi.

Hace tiempo que todo ha dejado de ser igual, ya no son las mismas compañías, ni yo la de antes; supongo que la vida es un cambio constante, que todo fluye, que es y deja de ser a la vez.
Pero hay algo que siempre está ahí, que permanece e incluso a veces me hace sonreír, el sentir. 
Me hacen daño y me duele, y entonces sé que estoy viva, que por mucho que todos vayan y vienen, yo seguiré siendo yo, y me aferro a esos sentimientos para no divagar por la realidad sin saber qué hacer; tengo miedo, siento miedo, soy una persona que teme. Siento algo nuevo, parecido a los nervios, y me doy cuenta que de golpe soy feliz.

Y eso es algo que jamás me podrán quitar.

He aprendido que soy yo quién lo siente, y no los demás, y si yo quiero ser feliz, lo seré, y no tengo que depender de nadie, porque esa es mi propia felicidad, o tristeza, o lo que yo quiera.

A partir de ahora, ya pueden venir a hacerme daño, e intentar volver a herirme, que esta vez decido yo, seguiré sonriendo, por y para mí.

Ser egoísta jamás me había sentado tan bien. 

miércoles, 7 de mayo de 2014




Muchas veces hemos visto películas o leído libros en los que el protagonista está entre dos mundos, y eso le conflictua, le crea una lucha interna; como si quisiese pertenecer a los dos, pero algo dentro de él se lo impidiese, hasta que finalmente tiene que escoger uno de ellos. ¿Nunca os habéis preguntado cómo decide a qué mundo pertenecer?
Quizá es que cuando alguien se plantea otra situación que no es la suya, ésta deja de ser igual, y todo lo ve mal, nada le cuadra y ansía cambiarlo todo hasta alcanzar lo que desea, pero...¿qué pasa si en los dos mundos tiene cosas por las que vale la pena luchar? Si tiene mucho que ganar y mucho que perder tanto si permanece en esa situación, como si decide marcharse, ¿cómo escoge el protagonista el camino por el que debe ir? 

Tomar decisiones solía ser fácil cuando no se trataba de elegir la correcta. 

domingo, 4 de mayo de 2014

(Un)happiness.

Quiero hablar de lo nuestro de aquello,  de lo que fue tuyo y mío alguna vez. Quiero hablar de como no llevar una relación. No puedo dar ninguna lección, yo la cagué, cualquiera podía cagarla, y fui yo la que lo hizo. Lo tenía todo, lo que cualquier chica hubiese podido desear, pero soy especialista en arruinarlo todo, en joder lo que toco, y nos hicimos daño a la vez. Yo no soportaba pensar a cada segundo en el pasado, me abrumaba que hubiera fantasmas persiguiendome a todos lados, y tú... supongo que soportarme no era fácil, mis demonios pudieron contigo, eran más fuertes que todo eso que había, exacto, porque ya no hay, no hay nada más.

 Sin embargo nosotros teníamos algo que no he vuelto a ver en nadie más, ese algo tan especial... yo sonreía con solo oír tu nombre, te echaba de menos cuando cruzabas el umbral de mi puerta, eras indispensable para mí, y te quería tanto, que no me importaban lo demás. De hecho, podría haberme pasado el día perdida en tu hueco, ese que parecía haber sido hecho a mi medida. Tú descifrabas todo lo que callaba a través de mis silencios, cuando me escapaba corrías detrás de mí y me abrazabas por detrás, como si no quisieras dejarme ir jamás, siempre me sentí protegida en tus brazos, y sé que tú siempre fuiste feliz a mi lado, que más dará... Pero era algo mágico, tanto que parecía irreal, quizá lo fuera, a pesar de todo y de todos, me hiciste ser yo misma, y es algo que jamás olvidaré, aunque ya no quiera saber nada de ti ni de tus recuerdos, siempre serás ese alguien que me enseñó lo que era la felicidad.

viernes, 2 de mayo de 2014

A años luz.

Creo que siempre tuve mucho que decir, tal vez nunca encontré las palabras adecuadas, y sé que te quedaste sin ver esa parte de mí.
Estoy segura de que si me dieses otra oportunidad te sorprenderías, esta vez aprendí la lección, pero como dicen, segundas partes nunca son buenas, y este sería nuestro enésimo intento de arruinar algo que fue ideal, casi conseguimos nuestra utopía, y sin embargo..

En lugar de arrepentirme de cosas que ya no puedo arreglar, ya no hay vuelta atrás, voy a decirte algo que hace tiempo que debí hacerlo, ahora ya da igual, no creerás que me precipito, ni huirás, porque de hecho, ya no estás.

"Nunca sobraba tiempo cuando estaba junto a ti, todo lo que te daba me sabía a poco en comparación a lo que dabas por mí; nunca me cansaba de escuchar tus historias, y tú parecías no cansarte cuando te repetía una y otra vez lo que hacía durante el día; jamás me cansé de oír tu voz, o de que me mordieras la nariz, el labio inferior, la oreja, que más dará... nunca me cansé de ti, y nunca hubo suficiente para mí. 
Tú fuiste de las pocas cosas que lograba mantener,y era curioso, porque paseaba contigo por algún sitio y me imaginaba allí al cabo de unos años, y siempre te veía junto a mí, eso era lo que siempre te trataba de decir, te quería, y no quería que me dejaras sola nunca más. Quería compartirlo todo contigo, quería descubrir cada rincón que nos proponíamos, quería ver cada película que habíamos escrito en una lista, y ser feliz, lo quería todo, aunque no me hubiese importado no tener nada, siempre que estuviese junto a ti."


Tenía tantos planes, que hoy me parece absurdo haber pensado en todo eso alguna vez, y aún así, aún así..



XVI.

Mi última lágrima no fue por ti, fue por todo aquello que nunca llegamos a ser, fue por como era y por como soy, porque te dejaba ahí, te quedabas en tierra mientras yo y mis sueños, todas las oportunidades que había dado como perdidas nos esfumábamos sin mirar atrás, sin despedirnos de todo lo que hasta ese momento había formado parte de mí.

Me iba de tus manos y lo único que podía hacer era llorar porque no hacías nada por retenerme, no gritabas, simplemente me dejabas ir; y habría dado lo que fuese por bajar del avión, recoger las maletas y verte ahí, lo hubiese dado todo por que me hubieses retenido junto a ti. 


Pero te limitaste a darle las maletas al taxista y esbozar una mueca que no me dejabas interpretar.
Algo así como el dolor y el miedo enmascarado por tu perfecta sonrisa, por una falsa felicidad. 

lunes, 28 de abril de 2014

Chances.

Los antiguos filósofos se dieron cuenta de que el universo sufría cambios continuos, al igual que las personas. En la vida siempre sucede algo que hace que todo de un vuelco de 180º, la gente abre y cierra etapas, es algo cíclico.
Ese algo que lo cambia todo, aparece de repente, rompiendo todo a la mitad, ¿hasta qué punto es bueno?
Se supone que vamos a mejor, pero, ¿qué pasaría si nada hubiese cambiado? ¿no estarías mejor?
Dicen que tiendo a caer en lo negativo, ¿cómo tengo que pensar si en dos años ha cambiado todo hacia peor?

Tengo pánico al cambio y a todo lo que eso conlleva, sigo sin saber que es cerrar una etapa y abrir otra, me quedé en medio de algo que ahora ya no existe, y tal vez todo venga de más lejos, quién sabe. 

Sólo sé del cierto que estoy harta de esta situación, de estar a nada de serlo todo y rendirme cuando menos queda, quizá es que me asusta avanzar por miedo a retroceder más. 

lunes, 7 de abril de 2014

Y todo se reduce a "él"

+Ei, ¿Qué haces aquí? Ha pasado mucho tiempo desde que tú... Ve.. vete porfavor. 
-He encontrado a alguien que quiere hacerme feliz, me trata bien, no discutimos, y creo que me gusta estar con ella. 
+¿Y? ¿Tendría que alegrarme y ponerme a saltar? Mira, lo siento pero.. 
-Me gusta estar con ella, y tú y yo sabemos que no es lo mismo que querer, quiero quererla, y juro que no puedo, porque no me vuelve loco, no de la manera en que tú lo hacías. Discutíamos a cada segundo, nos mentíamos, pero cuando me gritabas, seguía queriéndote, te amaba. Amaba la forma tan ligera que tenías de usar la palabra amar, amabas la vida, y yo te amaba a ti por eso.
Tu perfume hacía que siempre quisiese más, que te echara de menos en cuanto cruzaba la puerta, tú sabía como hacerme sentir, como nadie podrá volver a hacerlo, y por eso estoy aquí...
-Espera.
Yo te amaba tal y como creía que tú lo hacías, a mí me cuesta mucho confiar en las personas, pero contigo fue totalmente diferente, me hiciste creer en ti de una manera que yo misma caí en tu juego, yo estaba en un sueño del que jamás hubiera querido despertar, si no fuera porque tú.. tú me obligaste a hacerlo. No sé cuando se fue todo a la mierda, pero yo te quería. 

+Aún te quiero. 

-No es suficiente. 

Y aquí estoy, desintoxicándome de ti.

Hola, mi nombre es ****, y llevo 5 meses sin sin oír su voz. Al principio fue un proceso duro, pensaba que no podría no llamarle o evitarle, pero lo conseguí.
Mentiría si dijera que no he pensado en él al menos una vez al día; pero no es un "cuánto le echo de menos" o "le necesito", es simplemente que algo me hace recordar su sonrisa, su olor, o alguna de sus frases que tanto me sacaban de quicio.
No se puede evitar sentir lo que sientes, pero a la larga acabas por aborrecer esa sensación, te cansas de que los recuerdos pesen más que los libros que llevas en la mochila, y por eso estoy aquí.

Dije basta, y lo cumplí. Hace 3 meses y 24 días que no lloro por él, y la última vez que lo hice fue por tener miedo a encontrármelo alguna vez, hasta que comprendí que el mundo tiene esa habilidad para hacerse pequeño cuando no deseas ver a alguien, y así comprendí que verle tal vez fuese una ventaja, y que por esa vez (no) me perdería en sus ojos que por si solos hablaban.
Aún así, sólo le vi una vez, fue rápido, como arrancar una tirita de golpe, sin anestesia, caliente en un instante, dolor, y ya, desaparece en un segundo y ese dolor no vuelve a aparecer más. Recuerdo que me reía en ese momento, y al verle, paré, él es el único que puede silenciar mi risa, ya ves.

Aunque tal vez espere un mensaje suyo, desee verle a lo lejos, ya no siento esa necesidad imperante de hablar con él, de saber dónde está, o qué hace.

Al fin y al cabo, dicen que querer es como construir un puente, y un puente no puede sostenerse sólo de un lado.

sábado, 22 de marzo de 2014

Se asfixió en el silencio de las palabras que nunca pronunció.

Ella conocía muy bien lo que eran las noches en blanco, y el llanto desolador. Era imposible contar las noches que había pasado buscando respuestas sin ni siquiera formular la pregunta correcta.

La pérdida de alguien es inmensa, todos veían que se trataba de una pérdida doble.
No hablo de algo físico, de eso a lo que todos tememos, no me refiero a la muerte, en esos casos el dolor es inmensurable.

Se trataba de el olvido a largo plazo, de un descuido que provocó una incisión en el camino de ellos dos. De una ruptura inminente.
Ella lo entregó todo, hasta tal punto que en lugar de ella, era "él."


Y cuando le perdió, se perdió a ella misma también. 





'Que me hicieron pedazos y que necesito calma.
Necesito tranquilidad.'















lunes, 17 de marzo de 2014

Y volver a conocerle por primera vez.

Él tiene miedo, como el resto del planeta, como todo ser humano. Detrás de esa fachada que se construyó sabe que todo acabará, que aunque él no quiera, todo esto tendrá un final. 
Siempre ha tenido afán de gloria, nunca sació su sed de destacar entre los demás, eternamente, de repente, jamás. 
Desde el amanecer deseaba conquistarlo todo, se comía el mundo entero a mordidas junto con su sonrisa, no necesitaba articular una palabra, su mirada era totalmente sincera, totalmente inocente. 
Hace tiempo que sus ojos se apagaron, ya no tienen ese brillo intenso. Dicen que no lo tuvo siempre, que apareció junto con ella, y que también se fue cuando ella se marchó.- No se marchó, él decidió no formar parte de su vida.- 
Se cree que con el tiempo todo se cura, todo se olvida. Él aprendió a tener un sitio en el mundo, a ser el chico al que todos miran, se olvidó de que era uno más. 
Y ahí está, recordando que todo lo que sube baja, que una máscara es difícil de llevar, perdiendo la noción del tiempo mientras mira atrás. 
Él sólo tiene miedo de no perpetuar en la memoria de los demás- de ella en especial-. 
Él tiene miedo al olvido. 

(Qué irónico que ella no le pueda olvidar.)

jueves, 13 de marzo de 2014


Hay días en los que lo más fácil sería enviarlo todo a la mierda, dejarlo y acabar con todo esto una vez, abandonar. Sin embargo, hay una voz que me repite una y otra vez, que si hiciera eso, les daría la razón a todos aquellos que siempre apostaron por mi fracaso, a los que creen que sola no puedo, a los que me abandonaron, a los que perdoné y cuando fallé no me perdonaron, a los que me dejaron atrás, a todos aquellos que ya no pertenecen a mi vida. Y de eso no de trata, los mejores aguantan hasta el final, y yo voy a ser la mejor. 

Del olvido al no me acuerdo.

Alguien me ha dicho hoy eso, alguien muy especial, tan especial que sin verla cada día la siento a mi lado, alguien que seguro que jamás me fallará. 


'Que a rey muerto, rey puesto, y si te he visto no me acuerdo', llegando así al terreno que nadie quiere pisar, a lo que todo el mundo teme, y sí, yo también le temo al olvido, es lo único que me produce tal miedo que puede no dejarme respirar. Pero las cosas son así, el tiempo pasa, y si te alejas dejas de importar, aunque no puedas estar presente, aunque ellos no den nada para estar cerca, y tal vez sea cierto eso de que las cosas son a veces blancas o negras. 

domingo, 9 de marzo de 2014

Noviembre.

Y con la primavera a la vuelta de la esquina, tu recuerdo se desvanece un poco más.



Antes, después, ahora, no sé.

Últimamente todo ha cambiado, de un tiempo a acá nada es lo mismo, como si todo el mundo hubiese sufrido una transformación inminente, tal vez ya era así y no me había dado cuenta. Aquellos que siempre estaban ya ni siquiera llaman, ni preguntan cómo estás, lo curioso es que yo tampoco lo hago, he perdido el interés en (casi) todas las personas. 
En todo este tiempo he cometido mil errores, y de ellos me arrepiento de mil más, pero creo que esta vez han sido los demás los que me han decepcionado. Siempre había tema del que hablar, risas, palabras en el aire, y ahora no queda más que silencio. Un silencio que hace que todo lo que había se desvaneciera, se congelara; un silencio que corta la respiración..
De manera que yo ya me he olvidado de respirar. 




Y poco a poco me consumo, sólo un poco más.