Puedes llamarme necia, aunque prefiero imbécil, y que tú lo seas más, para que acabemos diciendonos te quiero, sonrías y todo se desvanezca ante mí.
Que por mucho tiempo que pase, y conozca a mil personas más, tú y tu recuerdo persistís, como si estuviera incrustado dentro de mí, como si no hubiera pasado nada, como el primer día que te vi.
No hay comentarios:
Publicar un comentario