domingo, 11 de mayo de 2014

C'est moi.

Hace tiempo que todo ha dejado de ser igual, ya no son las mismas compañías, ni yo la de antes; supongo que la vida es un cambio constante, que todo fluye, que es y deja de ser a la vez.
Pero hay algo que siempre está ahí, que permanece e incluso a veces me hace sonreír, el sentir. 
Me hacen daño y me duele, y entonces sé que estoy viva, que por mucho que todos vayan y vienen, yo seguiré siendo yo, y me aferro a esos sentimientos para no divagar por la realidad sin saber qué hacer; tengo miedo, siento miedo, soy una persona que teme. Siento algo nuevo, parecido a los nervios, y me doy cuenta que de golpe soy feliz.

Y eso es algo que jamás me podrán quitar.

He aprendido que soy yo quién lo siente, y no los demás, y si yo quiero ser feliz, lo seré, y no tengo que depender de nadie, porque esa es mi propia felicidad, o tristeza, o lo que yo quiera.

A partir de ahora, ya pueden venir a hacerme daño, e intentar volver a herirme, que esta vez decido yo, seguiré sonriendo, por y para mí.

Ser egoísta jamás me había sentado tan bien. 

miércoles, 7 de mayo de 2014




Muchas veces hemos visto películas o leído libros en los que el protagonista está entre dos mundos, y eso le conflictua, le crea una lucha interna; como si quisiese pertenecer a los dos, pero algo dentro de él se lo impidiese, hasta que finalmente tiene que escoger uno de ellos. ¿Nunca os habéis preguntado cómo decide a qué mundo pertenecer?
Quizá es que cuando alguien se plantea otra situación que no es la suya, ésta deja de ser igual, y todo lo ve mal, nada le cuadra y ansía cambiarlo todo hasta alcanzar lo que desea, pero...¿qué pasa si en los dos mundos tiene cosas por las que vale la pena luchar? Si tiene mucho que ganar y mucho que perder tanto si permanece en esa situación, como si decide marcharse, ¿cómo escoge el protagonista el camino por el que debe ir? 

Tomar decisiones solía ser fácil cuando no se trataba de elegir la correcta. 

domingo, 4 de mayo de 2014

(Un)happiness.

Quiero hablar de lo nuestro de aquello,  de lo que fue tuyo y mío alguna vez. Quiero hablar de como no llevar una relación. No puedo dar ninguna lección, yo la cagué, cualquiera podía cagarla, y fui yo la que lo hizo. Lo tenía todo, lo que cualquier chica hubiese podido desear, pero soy especialista en arruinarlo todo, en joder lo que toco, y nos hicimos daño a la vez. Yo no soportaba pensar a cada segundo en el pasado, me abrumaba que hubiera fantasmas persiguiendome a todos lados, y tú... supongo que soportarme no era fácil, mis demonios pudieron contigo, eran más fuertes que todo eso que había, exacto, porque ya no hay, no hay nada más.

 Sin embargo nosotros teníamos algo que no he vuelto a ver en nadie más, ese algo tan especial... yo sonreía con solo oír tu nombre, te echaba de menos cuando cruzabas el umbral de mi puerta, eras indispensable para mí, y te quería tanto, que no me importaban lo demás. De hecho, podría haberme pasado el día perdida en tu hueco, ese que parecía haber sido hecho a mi medida. Tú descifrabas todo lo que callaba a través de mis silencios, cuando me escapaba corrías detrás de mí y me abrazabas por detrás, como si no quisieras dejarme ir jamás, siempre me sentí protegida en tus brazos, y sé que tú siempre fuiste feliz a mi lado, que más dará... Pero era algo mágico, tanto que parecía irreal, quizá lo fuera, a pesar de todo y de todos, me hiciste ser yo misma, y es algo que jamás olvidaré, aunque ya no quiera saber nada de ti ni de tus recuerdos, siempre serás ese alguien que me enseñó lo que era la felicidad.

viernes, 2 de mayo de 2014

A años luz.

Creo que siempre tuve mucho que decir, tal vez nunca encontré las palabras adecuadas, y sé que te quedaste sin ver esa parte de mí.
Estoy segura de que si me dieses otra oportunidad te sorprenderías, esta vez aprendí la lección, pero como dicen, segundas partes nunca son buenas, y este sería nuestro enésimo intento de arruinar algo que fue ideal, casi conseguimos nuestra utopía, y sin embargo..

En lugar de arrepentirme de cosas que ya no puedo arreglar, ya no hay vuelta atrás, voy a decirte algo que hace tiempo que debí hacerlo, ahora ya da igual, no creerás que me precipito, ni huirás, porque de hecho, ya no estás.

"Nunca sobraba tiempo cuando estaba junto a ti, todo lo que te daba me sabía a poco en comparación a lo que dabas por mí; nunca me cansaba de escuchar tus historias, y tú parecías no cansarte cuando te repetía una y otra vez lo que hacía durante el día; jamás me cansé de oír tu voz, o de que me mordieras la nariz, el labio inferior, la oreja, que más dará... nunca me cansé de ti, y nunca hubo suficiente para mí. 
Tú fuiste de las pocas cosas que lograba mantener,y era curioso, porque paseaba contigo por algún sitio y me imaginaba allí al cabo de unos años, y siempre te veía junto a mí, eso era lo que siempre te trataba de decir, te quería, y no quería que me dejaras sola nunca más. Quería compartirlo todo contigo, quería descubrir cada rincón que nos proponíamos, quería ver cada película que habíamos escrito en una lista, y ser feliz, lo quería todo, aunque no me hubiese importado no tener nada, siempre que estuviese junto a ti."


Tenía tantos planes, que hoy me parece absurdo haber pensado en todo eso alguna vez, y aún así, aún así..



XVI.

Mi última lágrima no fue por ti, fue por todo aquello que nunca llegamos a ser, fue por como era y por como soy, porque te dejaba ahí, te quedabas en tierra mientras yo y mis sueños, todas las oportunidades que había dado como perdidas nos esfumábamos sin mirar atrás, sin despedirnos de todo lo que hasta ese momento había formado parte de mí.

Me iba de tus manos y lo único que podía hacer era llorar porque no hacías nada por retenerme, no gritabas, simplemente me dejabas ir; y habría dado lo que fuese por bajar del avión, recoger las maletas y verte ahí, lo hubiese dado todo por que me hubieses retenido junto a ti. 


Pero te limitaste a darle las maletas al taxista y esbozar una mueca que no me dejabas interpretar.
Algo así como el dolor y el miedo enmascarado por tu perfecta sonrisa, por una falsa felicidad.