Iba a escribir sobre ti. Sobre lo rápido que me he enamorado y lo mucho que te voy a echar de menos. Luego me di cuenta de que realmente no me he enamorado, sólo me he acostumbrado a ti; y es genial. Que sí, que te quiero, a mi manera. Esa manera que es enfermiza. Acabaré en el manicomio como todas tus parejas anteriores, no tengo miedo a eso. Temo que mañana te despiertes y me hayas olvidado, que jamás recuerdes qué fuimos, qué fui yo o cómo sonreías junto a mí. [Lo felices que éramos en la cama. Los cinco minutos que te pedía una y otra vez. Tu inconfundible olor, mi peculiar manera de demostrarte lo mucho que me importabas. Dos semanas, no más. Me bastaron para saber que podrías ser tú.]
Temo al olvido y que sólo sea una más. Que jamás seas capaz de contarles a tus hijos lo que signifiqué para ti. Me aterroriza pensar que en 26 días sólo seré un número más.
Te quiero. Como he querido antes, Exactamente igual. Y eso es lo que me da más miedo.
No puedo echarte de menos, no quiero ser la que te dejó escapar, no quiero ser el amor de tu vida que jamás pudo ser. Pero no puedo evitar que te vayas, que me vaya, que nos olvidemos el uno del otro Me consuela lo de que el tiempo lo cura todo, aunque contigo será diferente. Me tomaré
mi tiempo, me permitiré recordarte un poco más de lo debido. . Lo necesito, como te necesito a ti, como cuando duermes y no puedo dejar de mirarte. Exactamente igual.
Te odio. Tanto como si fuese a dejar de existir, como si ahora dependiese de ti.
You shouldn't take care of me, I don't need it, I swear.
Y qué nos queda? Un par de recuerdos que no puedo olvidar, un perfume en concreto, y unas fotografías por quemar.
viernes, 27 de noviembre de 2015
domingo, 17 de mayo de 2015
Esta vez has ganado tú. Luchamos hasta cansarnos, y tú me derrotaste de todas las maneras en las que se me podía derrotar.
Mírate, casi no te reconozco, tú te reconstruiste de verdad. Cuánto has crecido. Cuántas cosas me he perdido de ti. Pero de eso se trataba, supongo, ahora eres totalmente feliz. Vives en otra ciudad, sonríes junto a otra persona, y ya no estás pendiente de mí. Has conseguido todo lo que siempre quisiste, has hecho que me arrepienta de no haber confiado en ti. Ya no sería capaz de descifrar tus gestos, ni saber qué es lo que piensas. Hará más de medio año que no te veo, y créeme, tal vez es mejor así. Pero la batalla que finalmente me venció, fue la de seguir recordándote. Yo, la persona más fuerte a ojos de los demás, sigo llorando por las noches porque no te puedo olvidar. Entonces es cuando tú celebras la victoria, cuando no me echas en falta, y has dejado de pensar en mí. Estoy segura de que ahora sí sueñas, pero no conmigo, de que ahora lo ves todo y eres capaz de cumplir todo lo que te propones. Ahora nadie te dice que no puedes. Ahora luchas, y ganas. Tal y como me ganaste a mí.
Mírate, casi no te reconozco, tú te reconstruiste de verdad. Cuánto has crecido. Cuántas cosas me he perdido de ti. Pero de eso se trataba, supongo, ahora eres totalmente feliz. Vives en otra ciudad, sonríes junto a otra persona, y ya no estás pendiente de mí. Has conseguido todo lo que siempre quisiste, has hecho que me arrepienta de no haber confiado en ti. Ya no sería capaz de descifrar tus gestos, ni saber qué es lo que piensas. Hará más de medio año que no te veo, y créeme, tal vez es mejor así. Pero la batalla que finalmente me venció, fue la de seguir recordándote. Yo, la persona más fuerte a ojos de los demás, sigo llorando por las noches porque no te puedo olvidar. Entonces es cuando tú celebras la victoria, cuando no me echas en falta, y has dejado de pensar en mí. Estoy segura de que ahora sí sueñas, pero no conmigo, de que ahora lo ves todo y eres capaz de cumplir todo lo que te propones. Ahora nadie te dice que no puedes. Ahora luchas, y ganas. Tal y como me ganaste a mí.
miércoles, 6 de mayo de 2015
Vingt-cinq.
Creo que me asusta el hecho de que hayas llegado a mi vida en el momento en el que más te necesitaba. Me aterroriza que seas capaz de hacerme sonreír con un coucou bb, que te preocupes por cómo va mi día, y que te eche de menos. Me da pánico echarte de menos. Me he repetido hasta la saciedad que cuando empiezas a echar en falta a alguien es porque te empieza a importar. No entraba en mis planes que nadie me pudiera volver a importar. Y menos tú. El que vive tres vidas, el que aún no ha sido capaz de madurar, el que está sediento de ambición y no tiene tiempo para descansar. Tú, que visitas París, Londres, Nueva York y Barcelona como si fuese lo más normal. No sabes lo que daría por tener un par de años más y así poder descifrar tu actitud, tus gestos y entender tu manera de pensar. Ojalá fueras más fácil, o yo un poco menos difícil. Ojalá vivieras a tres kilómetros de mí en lugar de a novecientos veinticinco.
Cambiaría muchas cosas de esta situación, pero quién sabe, igual está bien así. Quizá el tiempo pasa y me dejas de importar, y empiezo a no echarte de menos, y todo vuelve a la normalidad.
O tal vez decides volver a París, instalarte en Barcelona, y huir de la ciudad del mal tiempo y estás más cerca de mí, Puede incluso que hasta me esperes, y me recuerdes tanto como lo hago yo a ti.
Parce que je t'aime bien, et je sais que tu m'aimes bien aussi. Rappelle-moi, je t'attendrai toujours, ici.
Cambiaría muchas cosas de esta situación, pero quién sabe, igual está bien así. Quizá el tiempo pasa y me dejas de importar, y empiezo a no echarte de menos, y todo vuelve a la normalidad.
O tal vez decides volver a París, instalarte en Barcelona, y huir de la ciudad del mal tiempo y estás más cerca de mí, Puede incluso que hasta me esperes, y me recuerdes tanto como lo hago yo a ti.
Parce que je t'aime bien, et je sais que tu m'aimes bien aussi. Rappelle-moi, je t'attendrai toujours, ici.
domingo, 15 de marzo de 2015
L.
Te echo de menos.
Supongo que lo hago desde que cruzaste esa puerta y dijiste adiós. Aunque realmente lo que dijiste fue tal vez.
Supongo que por eso sigo recordando tus ojosazul verdes más de lo que querría. A veces es un recuerdo fugaz, cierro los ojos y ahí vuelves a estar, intentando hacerme sonreír cuando lo único que me apetecía era llorar. Porque te ibas, y ambos lo sabíamos.
Yo no tenía porque estar triste, apenas te conocía, pero tú... Lo describiste a la perfección. 'A veces encuentras a una persona, y sientes una conexión que hasta ese momento no sabías que existía. Y pasas una noche con ella, y necesitas pasar otra, y otra y así. Pero contigo no puedo, y no es porque no quiera, yo pasaría todas las noches de mi vida contigo, y no me cansaría nunca de ti. Supongo que este no es nuestro momento, y no creo que lo sea jamás.'
Y qué se yo sobre amor, momentos o distancia; si yo solo he querido a una persona y no tenemos ningún tipo de relación. Pero aquel chico de pelo alborotado y la sonrisa más hermosa del continente siempre estará ahí, siempre será mi san valentín.
Supongo que lo hago desde que cruzaste esa puerta y dijiste adiós. Aunque realmente lo que dijiste fue tal vez.
Supongo que por eso sigo recordando tus ojos
Yo no tenía porque estar triste, apenas te conocía, pero tú... Lo describiste a la perfección. 'A veces encuentras a una persona, y sientes una conexión que hasta ese momento no sabías que existía. Y pasas una noche con ella, y necesitas pasar otra, y otra y así. Pero contigo no puedo, y no es porque no quiera, yo pasaría todas las noches de mi vida contigo, y no me cansaría nunca de ti. Supongo que este no es nuestro momento, y no creo que lo sea jamás.'
Y qué se yo sobre amor, momentos o distancia; si yo solo he querido a una persona y no tenemos ningún tipo de relación. Pero aquel chico de pelo alborotado y la sonrisa más hermosa del continente siempre estará ahí, siempre será mi san valentín.
lunes, 16 de febrero de 2015
#15
No me mires, no con esa cara, odio que me mires así, y aún me odio más a mí por sonreír. Tú, el que ya no es un niño, el que quiere ser mi último, ¿qué haces aquí?
Nadie había sido capaz de hacerme temblar en tan poco tiempo, pero tú... Te conozco desde hace un par de horas y creo que te quiero. Me encanta todo de ti: tus manos; tu hermosa sonrisa; y esos ojos, los que no son de este mundo, los que me recuerdan al agua cristalina de algún mar de por ahí.
Deja de acariciarme, no me cuentes más sobre ti, no me digas que soy preciosa, deja de hacerme feliz. Siempre había oído lo de que la felicidad no es un estado, sino que aparece de la nada, y de repente se va. Creo que he sido la persona más feliz de esta ciudad, 48 horas de no dejar de querer gritar al mundo entero que he conocido a alguien especial, y que se me escapa de las manos sin que yo lo pueda evitar.
Estoy bien, olvídate de mí. No pronuncies otra vez un nosotros, no hagamos planes más allá de esta noche, no me hables de esa conexión ni de la casa en la que podríamos vivir, no me digas que nos volveremos a ver, deja de repetir tal vez.
No puedo permitirme esto, no soy capaz de recibir tanto para luego dejarlo ir, no es justo, no lo es para mí. Juego con fuego y me quemo, pero no duele, ahora no, mañana sí. Cuando estés lejos, cuando no hablemos y yo siga recordándote, cuando sea sólo un número para ti, tú, el 15, ¿que será de mí?
Dilo de una vez, suéltalo, con ese acento tan británico, di 'adiós', seguido de un 'te quiero' y un 'maybe, who knows'.
Pero yo lo sé, lo he sabido desde el primer momento, ojalá jamás hubieses sonreído.
Nadie había sido capaz de hacerme temblar en tan poco tiempo, pero tú... Te conozco desde hace un par de horas y creo que te quiero. Me encanta todo de ti: tus manos; tu hermosa sonrisa; y esos ojos, los que no son de este mundo, los que me recuerdan al agua cristalina de algún mar de por ahí.
Deja de acariciarme, no me cuentes más sobre ti, no me digas que soy preciosa, deja de hacerme feliz. Siempre había oído lo de que la felicidad no es un estado, sino que aparece de la nada, y de repente se va. Creo que he sido la persona más feliz de esta ciudad, 48 horas de no dejar de querer gritar al mundo entero que he conocido a alguien especial, y que se me escapa de las manos sin que yo lo pueda evitar.
Estoy bien, olvídate de mí. No pronuncies otra vez un nosotros, no hagamos planes más allá de esta noche, no me hables de esa conexión ni de la casa en la que podríamos vivir, no me digas que nos volveremos a ver, deja de repetir tal vez.
No puedo permitirme esto, no soy capaz de recibir tanto para luego dejarlo ir, no es justo, no lo es para mí. Juego con fuego y me quemo, pero no duele, ahora no, mañana sí. Cuando estés lejos, cuando no hablemos y yo siga recordándote, cuando sea sólo un número para ti, tú, el 15, ¿que será de mí?
Dilo de una vez, suéltalo, con ese acento tan británico, di 'adiós', seguido de un 'te quiero' y un 'maybe, who knows'.
Pero yo lo sé, lo he sabido desde el primer momento, ojalá jamás hubieses sonreído.
viernes, 23 de enero de 2015
Petit à petit l'oiseau fait son nid.
Y de repente, alzas la vista y te das cuenta de que mirando a bajo no consigues nada.
Decides seguir subiendo un poco más, y disfrutar de esta panorámica, que resulta que sí vale la pena al final.
Ya no importa lo demás, ya no importa lo que hay detrás de ti, porque miras hacia delante, y todo tiene un brillo especial, miras a los lados y ves que aún hay gente que está ahí, aquellos que han permanecido, aquellos que no se han ido.
Ochocientos días. Uno más, uno menos. Me haya costado lo que me haya costado, y el tiempo que aún me cueste.
Decides seguir subiendo un poco más, y disfrutar de esta panorámica, que resulta que sí vale la pena al final.
Ya no importa lo demás, ya no importa lo que hay detrás de ti, porque miras hacia delante, y todo tiene un brillo especial, miras a los lados y ves que aún hay gente que está ahí, aquellos que han permanecido, aquellos que no se han ido.
Ochocientos días. Uno más, uno menos. Me haya costado lo que me haya costado, y el tiempo que aún me cueste.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)