domingo, 28 de septiembre de 2014

Puedes llamarme necia, aunque prefiero imbécil, y que tú lo seas más, para que acabemos diciendonos te quiero, sonrías y todo se desvanezca ante mí.

Que por mucho tiempo que pase, y conozca a mil personas más, tú y tu recuerdo persistís, como si estuviera incrustado dentro de mí, como si no hubiera pasado nada, como el primer día que te vi.

viernes, 19 de septiembre de 2014

A new end for the old beginning.

Es curioso lo raro que se ha vuelto todo esto, el tiempo pasa, el libro avanza, y los capítulos concluyen.

Hoy he visto claro que no era sólo una puerta lo que se cerraba ante mí, sino mil ventanas que me mostraban el bonito paisaje que significaba el futuro me queda por delante.
Ni te imaginas lo orgullosa que me siento de ti, por lo mucho que has avanzado, por todo lo que has conseguido; tal vez no tenga derecho a estarlo, pero es así, me he sentido feliz por lo que eres ahora, y por primera vez siento que de esta manera todo está mejor.
Tan sólo me falta algo, poder decírtelo, poder contarte lo bien que me siento cuando veo que has logrado hacerte un lugar en todo esto, alegrarme de que todo te vaya tan bien.


Y que tú me entiendas, porque lo único que siempre te pedía era que me entendieras.

lunes, 1 de septiembre de 2014

Frío.

He aprendido a pronunciar la palabra que asusta a cualquiera, aquella que me prohibí hace tiempo incluso recordar. He aprendido que el amor puede no doler, y que si duele, tienes que escoger a la persona por la que vale la pena arriesgar.

Y sí, es cierto, he pasado los últimos días encerrada entre estas cuatro paredes, no negaré que he pensado más de una vez en ti; en ti y en todo lo que una vez me rodeó, he vuelto al pasado, ido hacia el futuro, y resulta que sigo sin saber cómo quedarme en el presente, pues bien, hace poco descubrí que se puede amar sin que el otro te haga daño, puedes amar toda la vida, o tan sólo una noche. Quién sabe, puede que la palabra correcta no sea amar, o que ésta sólo sea un estado temporal, de esos que se desvanecen cuando quieres contenerlo, de los que vienen y van. Incluso creo que amar puede ser solo una palabra, y que dependa del uso que cada uno le quiera dar.

En cualquier caso, amor para mí era el reflejo de tú sonrisa en mis ojos, que consiguieras que llorara de alegría, y amar... Amar era sincronizar nuestras respiraciones cuando en tu hueco yo dormía. 

Y por eso y más, yo nunca fui yo, y siempre fui tú.