viernes, 27 de noviembre de 2015

27.11.

Iba a escribir sobre ti. Sobre lo rápido que me he enamorado y lo mucho que te voy a echar de menos. Luego me di cuenta de que realmente no me he enamorado, sólo me he acostumbrado a ti; y es genial. Que sí, que te quiero, a mi manera. Esa manera que es enfermiza. Acabaré en el manicomio como todas tus parejas anteriores, no tengo miedo a eso.  Temo que mañana te despiertes y me hayas olvidado, que jamás recuerdes qué fuimos, qué fui yo o cómo sonreías junto a mí. [Lo felices que éramos en la cama. Los cinco minutos que te pedía una y otra vez. Tu inconfundible olor, mi peculiar manera de demostrarte lo mucho que me importabas. Dos semanas, no más. Me bastaron para saber que podrías ser tú.]

Temo al olvido y que sólo sea una más. Que jamás seas capaz de contarles a tus hijos lo que signifiqué para ti. Me aterroriza pensar que en 26 días sólo seré un número más.
Te quiero. Como he querido antes, Exactamente igual. Y eso es lo que me da más miedo.

No puedo echarte de menos, no quiero ser la que te dejó escapar, no quiero ser el amor de tu vida que jamás pudo ser. Pero no puedo evitar que te vayas, que me vaya, que nos olvidemos el uno del otro  Me consuela lo de que el tiempo lo cura todo, aunque contigo será diferente. Me tomaré mi tiempo, me permitiré recordarte un poco más de lo debido. . Lo necesito, como te necesito a ti, como cuando duermes y no puedo dejar de mirarte. Exactamente igual.

Te odio. Tanto como si fuese a dejar de existir, como si ahora dependiese de ti.


You shouldn't take care of me, I don't need it, I swear.