martes, 2 de diciembre de 2014

Aquí estoy yo

Esta tarde he pensado en todo lo que conlleva vivir lejos de aquellos que realmente quieres. Llevo 12 años lejos de mi verdadero hogar, llevo 12 años alejada de todo lo que me importa de verdad, y hoy por fin he comprendido que lo que he hecho hasta ahora  me hace ser una súper heroína. Sí, porque lo digo yo, porque por primera vez en la vida me lo merezco.
No entiendo como he podido aguantar tanto tiempo sin echarme a llorar a cada instante, aguantando idas y venidas, llamadas, fotografías y cartas de amor. No creo que sea valiente, es lo que hay y no hay vuelta de hoja, pero cuando lo piensas fríamente… creo que con cada mensaje de esas personas que viven al otro lado del océano me desgasto un poco más, y me entran unas ganas inmensas de cruzarlo aunque sea nadando, de poderles abrazar, de sentir que mi familia está cerca. Sí, lo sé, mi familia está conmigo, pero no puedo evitar echar de menos a los demás, a los que necesito, a los que sólo veo por una pantalla y de vez en cuando… por los que muero de ganas de dejarlo todo y volver a empezar junto a ellos. No sólo hablo de mi familia, sino de todos aquellos que por un motivo u otro he ido conociendo, en aquellos en los que he dejado un pedacito de mí, aquellos que sin que lo sepan, me hacen sonreír al recordarlos.


Verte me hace daño, al final siempre tienes que despedirte 



(10.000 km no son nada si quién me espera al otro lado vale la pena).